
Y entonces bajo el pretexto del calor
ella levantó su blusa
dejándome ver el paraiso de su ombligo,
y no pude volver a dormir más,
en mis sueños me veía recorriendo esa piel,
tocando esa textura,
rodeando sus bordes,
desentrañando su belleza
y despertaba en sobresalto...
Canis Lupus Baileyi